UN MERECIDO ASCENSO PARA UNA TEMPORADA HISTÓRICA
Se van agotando las palabras para lo que ha venido haciendo este equipo en esta histórica y mágica temporada 2021-22. Un trofeo (Copa FCF Vicente Pérez Soberón), una eliminatoria previa de Copa del Rey que nunca antes había superado un conjunto cántabro (inolvidable la tarde de Olloniego), un enfrentamiento saldado con una dignísima derrota frente a un Primera histórico como el RCD Espanyol de Barcelona en aquella noche de agua a mares del 1 de diciembre de 2021 y el ascenso logrado en la tarde del sábado, tres jornadas antes del final de la liga, con la victoria ante un complicado rival como el San Martín de la Arena, eso sí, por la mínima y sufriendo. No hay recompensa sin dolor. Pero el grupo que ha formado Diego Santos ha dado muestras de que se sobrepone a todo, forjado en las dificultades del aciago 2021, para imponer su ley casi desde los primeros compases de una competición que ha liderado la mayor parte del tiempo. Un equipo que sólo ha concedido tres derrotas en 31 partidos, que se mantiene invicto en su campo y que ha ganado dos de cada tres partidos que ha disputado. Los números, a veces, suelen ser fiel reflejo de una realidad, y quién esto escribe, que ha visto todos los encuentros de este Solares puede atestiguar que, en este caso, es así. Enhorabuena a todos los que tienen algo que ver con este club, modesto pero convencido de que trabajar bien y con dedicación, tarde o temprano, acaba dando frutos. Plantilla, cuerpo técnico, directiva, afición (otra vez más de 400 personas en La Estación), pueden estar muy orgullosos de lo conseguido. El premio es suyo.
En cuanto al partido en sí, lo cierto es que, a lo largo del choque, se podía casi masticar en el ambiente que hoy era una jornada especial. De entrada el rival, San Martín, se jugaba quizás sus últimas opciones de aspirar a la última plaza de ascenso y, desde luego, no lo puso fácil. Por su parte, los de Diego Santos, que en la semana recibieron la confirmación de la grave lesión (rotura del cruzado) de uno de sus goleadores (Ismael), parecieron salir un poco atenazados al campo, como no sabiendo bien si lanzarse decididamente a por la victoria o tantear un poco los planteamientos del rival. Aún así, las internadas de Viti por la izquierda y de Lian por la derecha no dejaban de llevar el peligro al área del veterano Alberto, todavía con fuerzas para seguir en este bendito fútbol a sus 54 años. Desde luego, un ejemplo para los chavales que ahora empiezan y que, algunos, enseguida parecen cansarse de lo de entrenar y cuidarse. Volviendo al partido, a los 20' empezó a desatascarse lo que hasta entonces había sido una simple toma de contacto. Un balón filtrado a la espalda de los centrales, con éstos reclamando fuera de juego, le quedó franco a Varo, el capitán local, para empalmar con una violenta volea al fondo de la red. 1-0 y todo de cara, parecía, para los locales frente a un San Martín que se había acercado sólo tímidamente a las cercanías de Jony. Cuando todo se antojaba encarrilado, en el minuto 30 un rifirrafe entre Manu Prada y Cifuentes, el 10 visitante, acabó con el primero expulsado y, de resultas, la inferioridad local ya hasta el final del partido, con la grada encendida y un ambiente un tanto tenso en el propio terreno de juego. Más si cabe, cuando, en pleno desconcierto local, una pérdida de balón en el centro del campo permitió a Perry encarar a Jony y superarle con un disparo a media altura que se convirtió en el empate (1-1) al borde del descanso. Igualdad de camino hacia los vestuarios, pero la sensación de que el Solares iba a tener que mostrar su mejor versión si quería certificar el ascenso en esta jornada.
Con el miedo en el cuerpo instalado en la parroquia local, lo cierto es que el desempeño de los trasmeranos en la segunda mitad demostró sin ningún género de dudas que se merecían el ascenso. Dominaron el juego, tuvieron la posesión y crearon el peligro suficiente para que siempre estuviera más cercano su gol que el del rival, a pesar de la superioridad numérica de éste. Eso sí, hubo que esperar al minuto 73 para que Viti, quizás el jugador que más en forma ha llegado a este final de campaña, aprovechara otro pase por encima de los defensores para rematar cruzado y alojar el balón en el fondo de la portería de un Alberto sin opciones. 2-1 y tocaba retener el tesoro obtenido. A eso se dedicaron en cuerpo y alma los 10 jugadores que estaban en el campo, refrescados desde el banquillo cuando se veía que alguno de ellos ya no daba más. No creó especial peligro el San Martín, también con un aparente cansancio, con su mejor jugador, Perry, intentándolo sin encontrar acompañamiento.
Los cinco minutos de alargue decretados por el colegiado se perdieron en faltas, balones bombeados al área sin peligro, pérdidas de tiempo y las habituales triquiñuelas de jugadores que ya tienen sobrado oficio en esto. El pitido final fue el punto de partida de la merecida fiesta que disfrutaron en el campo los jugadores y cuerpo técnico, más toda la chavalería de la base de un club modélico y en crecimiento en la formación de los más pequeños. La afición, por su parte, lo disfrutó desde una poblada grada, con un reconocimiento especial a esa peña Ansu Tati, nacida este año y que va a formar parte, con su bombo, de la historia del club.
Toca rematar la temporada intentando conseguir un nuevo título, el de campeón de la Regional Preferente, que ya obtuvo en la 2007-08. Sería el colofón perfecto a esta mágica sesión 2021-22. Que así sea.