El fútbol se piensa, ... y se siente.

"A la larga he terminado por asumir mi identidad: yo no soy más que un mendigo de buen fútbol"
Eduardo Galeano, El fútbol a sol y sombra

25 julio 2013

"Tata" Martino, una apuesta con criterio

Gerardo, el Tata, Martino ha sido el elegido por los responsables del Fútbol Club Barcelona para sustituir a Tito Vilanova en el banquillo blaugrana. Desde luego, lo primero es desear a Tito que su alejamiento de los banquillos sea lo más breve posible y que se enfrente a su enfermedad con la misma decisión y pasión que mostró cuando tuvo que hacerse cargo de la dirección de un Barça que venía de completar el ciclo más exitoso de su historia. No valía cualquiera para el cargo y Tito demostró que era uno de los pocos que podía asumir el reto. En un año plagado de dificultades que tuvieron su origen en aspectos ajenos al fútbol en sí, llevó a la entidad culé al récord de puntos en una Liga, al tiempo que le daba vuelta al pretendido cambio de ciclo que se alentaba desde Madrid tras la exitosa Liga 2011-2012 de los de Mourinho. Quizás se vivió alguna que otra decepción en Europa pero el equipo no llegó en sus mejores condiciones a la semifinal contra un Bayern Múnich que demostró ser el mejor equipo de Europa esta temporada.
Pero la base de este artículo es determinar cuánto hay de riesgo en la apuesta Martino y cuánto de criterio lógico y seguir el camino marcado. Sin duda, había otros candidatos (más hace un mes que cuando se ha producido el cambio en sí) pero creo que la elección es la acertada por varias razones:
1. Martino es un convencido de la filosofía de juego barcelonista, como ha demostrado en Newells. Su etapa en la selección paraguaya no es sino la demostración del punto de inteligencia y humildad que debe tener todo entrenador, alejándose de los "number one" y "special one" que tanto daño hacen al juego en sí. Supo adaptarse a los jugadores que tenía y desarrolló un intenso trabajo táctico para sacar el mayor rendimiento posible de esos jugadores. Sólo un dato: si hubo un momento en el Mundial de Sudáfrica en el que la posterior campeona España estuvo cerca de abandonar antes de tiempo el torneo, ése fue el partido de cuartos de final contra la Paraguay del Tata Martino que planteó todo tipo de trampas y dificultades tácticas de las que La Roja salió con muchos apuros y bastante suerte.
2. Su cercanía a Messi, presentada por algunos medios y bastantes opinadores como peyorativa en cuanto a que parece que ha sido el capricho del mejor jugador del mundo el que ha designado entrenador, también puede entenderse como un aval. ¿No será preferible tener en cuenta la opinión de quién es el jugador más decisivo de tu equipo y el punto final de toda tu estrategia a la hora de designar el entrenador? Yo, desde luego, prefiero tener a un jugador como Messi convencido de que lo que le digan que tiene que hacer es lo mejor que no tenerle zascandileando durante un año porque los métodos y criterios del míster no son de su gusto. Por cierto que del lugar del que provienen buena parte de esas opiniones también han salido las peticiones casi unánimes para cerrar el ciclo Mourinho en el Real Madrid con un argumento muy parecido: su escasa (ó, mejor dicho, negativa) conexión con el núcleo duro del vestuario merengue, incluida su estrella mediática.
3. El Barça necesitaba una revitalización interna porque en la segunda parte de la temporada se le vió un tanto agotado, en parte problema físico y en parte una cuestión mental. Martino va a exigir nuevos desafíos tácticos, pero dentro del mismo patrón de juego, esa marca Barça que, ahora mismo, es innegociable. El sólo hecho de tener que estar atento a esos nuevos condicionantes entiendo que va a mejorar mucho las prestaciones culés, porque el librillo básico le conocen pero el Tata trae cosas nuevas perfectamente adaptables al sistema de juego blaugrana.
4. Por último, entrar en guerra con otro club español (eso hubiera supuesto la opción Luis Enrique) no hubiera sido lo más inteligente.

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