Se enfrentaban líder destacadísimo y uno de los colistas de la liga, con más de 20 puntos de diferencia entre ambos. El líder, además, ponía el campo, en el que había cosechado seis victorias consecutivas, con 19 goles a favor y tan sólo 4 en contra. Visto así, la previa del partido inducía a aventurar una fácil victoria local, pero ¡¡¡Qué maravilloso es esto del fútbol!!! Sigan haciendo pronósticos, este miércoles próximo tienen otra oportunidad, porque ... va a ganar fácil el equipo de la Liga Santander al de Regional Preferente. Seguro. No se van a equivocar ... ¿O, quizás, sí?
Vamos al partido, a este Solares-Ampuero que venía, como escribíamos antes, teñido de claro color azulgrana y que acabó en pequeña decepción para un grupo que lleva unas cuantas semanas flotando en una nube de la que no se quieren bajar. Quizás algo de eso pudo estar detrás de lo sucedido este sábado en La Estación. Nueva lección para los chicos de Diego Santos (ojo, que las están aprendiendo y, de momento, llevan buenas notas en los parciales): cada partido es una historia y ninguno está ganado ni perdido de antemano, sea cual sea el rival. Y, de añadido, otra que este cronista se permite aportar: sólo ganas si haces las cosas, al menos, tan bien como el rival.
Desde luego, esto último no fue lo que sucedió este sábado. El Solares estuvo desconocido, con cierta falta de intensidad para hacer daño a un Ampuero muy encerrado, pero ordenado, en su campo y solidario en las ayudas defensivas. El gol inicial, muy tempranero, fabricado y culminado por Viti desde la banda menos habitual para él, parecía encarrilar el choque hacia el pronóstico de la previa de una fácil victoria local. Pero no hubo continuidad y sí una posesión aplastante del balón, pero con una circulación un tanto premiosa, poca actividad por las bandas (o, al menos, mucha menos que otras tardes). Hay un dato significativo que puede servir para hacerse una idea de lo que fue este primer tiempo: Isma, el delantero de inicio, con una posesión de su equipo que fácilmente se fue por encima del 70 % no chutó a puerta una sola vez (ojo, su sustituto Prada en la media hora final apenas contactó de cabeza un par de balones en el área). Sin duda, debe suyo, pero indicio evidente de que el equipo no estuvo especialmente clarividente en el tramo final de los ataques, aunque también haya que darle su mérito al entramado defensivo montado por los discípulos de Ferri. Además del gol, los locales apenas pudieron contabilizar un disparo lejano de Sergio Quintana que se fue al larguero y poco más, mientras que el Ampuero sólo obligó a intervenir a Luis con los pies para jugar balones cedidos por sus compañeros.
La segunda parte parecía venir a ofrecer la misma tónica que los primeros 45' y, de hecho, eso fue lo que sucedió durante la primera media hora, aunque sí se advirtió una ligera modificación en el clima general del partido: los de Ampuero se fueron sintiendo con la confianza suficiente como para hacer alguna visita al área trasmerana, sin acabar de rematarlas con ocasiones claras de peligro, pero certificando que el portero local tenía manos, algo que demostró con una gran intervención mediado este período. Por su parte, los de Diego Santos se fueron viendo atrapados en una dinámica de partido con la que no contaban y buscaban, con afán pero sin muchas ideas, ampliar su ventaja, teniendo la más clara Kike que no acertó a embocar en un duelo directo con el guardameta visitante.
Y descontando minutos unos y cada vez más atrevidos los otros, se llegó a ese punto de los partidos en el que cualquier jugada iba a determinar el resultado final del choque. Ese fue el de un balón largo hacia la banda izquierda del ataque visitante con una defensa local excesivamente adelantada y titubeante, una salida algo precipitada de Luis y ... gol del Ampuero. Quedaban 10' más el añadido, tiempo suficiente para que los locales se volcaran en buscar la victoria, pero tiempo que sólo sirvió para certificar que esa no era la tarde. Espesos, acelerados, precipitados incluso en alguna jugada de estrategia, los héroes de Olloniego mostraron su peor versión y se dejaron dos puntos.
En cualquier caso, se debe considerar justo el resultado y a los de La Estación ya sólo les queda preparar con mimo ese choque histórico del próximo miércoles 1 de diciembre a las 19h 00' en un estadio que, a buen seguro, estará a reventar de ilusión y pasión por unos colores que se están haciendo muy grandes. Seguro que ese partido va a ser otra historia muy distinta ... y la contaremos también.